viernes, agosto 25, 2006

Ayer me corté el pelo yo solo. No fue mi idea más brillante (¿he tenido alguna?): me quedó tan espantosamente feo, que tuve que pelarme nuevamente.
Se ve que este pequeño y superficial cambio, movilizó otras cosas dentro de mí. Que movió, no tengo la más puta idea, pero la frase "movilizó otras cosas dentro de mí" queda linda, y si no te gusta, armate tu propio blog, gil.
La cuestión, es que decidí cambiar el nombre de esto, para honrar a ese Yo cada vez menos oculto, y que es la parte más representativa de mí: El Perro. Si quieren saber porque esto, aguantense, ahora me voy y no tengo ganas de escribir.
Probablemente no vuelva a escribir un carajo.
Ciao

No hay comentarios.: