Ya me bañé, y la fiebre no me baja todavía. Poco control tengo sobre las extremidades de mi cuerpo, que ante el menor contacto brusco me hacen saber que ellas tampoco están bien. Decidido a no hacer nada, me sumergo en mi apática computadora...y en eso, lo veo. Ahi está, mi blog, mi viejo y querido blog. Abandonado por su autor, y sin ninguna visita reciente. Decidido a eliminarlo, empiezo a realizar el procedimiento adecuado...y no puedo.
Sencillamente, no puedo eliminar esta mierda. Volví, y que se mueran todos los putos rumanos.